Game Over: amenazas de ciberseguridad para los gamers online
La industria de los videojuegos continúa creciendo a pasos de gigante a medida que se extiende la cultura digital en todo el mundo. Ya genera más de 184 000 millones de dólares anuales a nivel global, y se espera que rebase el umbral de los 200.000 millones de dólares este mismo año. Se trata de uno de los negocios más lucrativos, y por eso son tantas las miradas que se centran en este sector para buscar una rentabilidad.
El problema es que no todas las iniciativas para lucrarse con los videojuegos digitales son legítimas. Se trata de un entorno cada vez más frecuentado por los atacantes. Y no, no nos referimos a ese jugador que siempre te acierta con un ‘headshot’ en el Call of Duty. Los ciberataques en el ámbito de los videojuegos son cada vez más habituales, y pueden comportar pérdidas de miles de dólares para los gamers.
Las cuentas de gaming son cada vez más codiciadas
Uno de los principales objetivos de los atacantes es el robo de cuentas de gaming online. En plataformas como Steam, Epic Games o Gog, la cuenta de un usuario puede atesorar decenas de miles de pesos en juegos, y por eso los desarrolladores ponen tanto énfasis en ofrecer a los jugadores y jugadoras las mejores medidas de seguridad digital para protegerlas.
Pero los atacantes también tratan de vulnerar cuentas de videojuegos online específicos, sobre todo cuando son tan populares como League of Legends o Dota 2. Los mercados de skins y otros accesorios del juego pueden mover enormes cantidades de dinero, así que atacar una cuenta que disponga de un gran catálogo de objetos exclusivos tiene recompensa.
El peligro de estos ataques va incluso más allá cuando se trata de cuentas online que están vinculadas con tarjetas bancarias preautorizadas. Este tipo de tarjetas están listas para gastar dinero en la cuenta vulnerada, con frecuencia sin pasar por un sistema de verificación adicional. En estos casos, el ataque de la cuenta le da al ciberatacante acceso a la tarjeta.
Medidas de seguridad esenciales
A todos nos cuesta mucho hacernos con un catálogo decente de juegos o conseguir todos los accesorios que nos interesan en nuestro videojuego favorito, así que proteger nuestras cuentas de gaming debería ser una de nuestras prioridades. Estos son algunos de los principales recursos con los que contamos para lograrlo:
- Contraseñas robustas y únicas. La contraseña que utilizamos para proteger nuestra cuenta en una tienda de videojuegos o en un MMO debería ser lo más robusta posible, lo que implica que debe ser larga, estar compuesta por caracteres aleatorios, y ser exclusiva de la cuenta en cuestión.
- Navegación VPN. Una VPN para Chrome es ideal para acceder a tiendas de videojuegos como Steam o Gog, porque cifra nuestro tráfico y previene posibles filtraciones de nuestras contraseñas. Además, también nos ayudará a proteger nuestras transacciones a la hora de comprar videojuegos o accesorios.
- Sistemas 2FA. Sistemas de verificación en dos pasos como Steam Guard son esenciales para impedir el acceso a terceros a nuestras cuentas online. Siempre deberían estar activados y configurados de la forma más robusta posible, por ejemplo, vinculando a aplicaciones de verificación como Microsoft Authenticator.
- Herramientas antimalware. Los virus y otras formas de malware siguen siendo un problema en el gaming, así que disponer de las herramientas antimalware adecuadas debería ser imprescindible para cualquier jugador o jugadora. En algunos casos, estas herramientas también pueden prevenir posibles ataques de phishing.
Los riesgos del gaming competitivo
Mención aparte merece el gaming competitivo, donde el ataque de una cuenta o un simple ataque DDoS pueden suponer pérdidas de miles de dólares para los jugadores y jugadoras profesionales. Los eSports son cada vez más populares en todo el mundo, y competiciones como el Worlds de League of Legends o The International de Dota 2 mueven muchísimo dinero en apuestas. Ante este tipo de intereses, los intentos de ataque son casi inevitables.
En este sentido, además de las medidas de seguridad digital que acabamos de ver, son muchos los gamers que aprovechan el redireccionamiento de las VPN para protegerse ante posibles ataques DDoS lanzados contra su IP personal. La VPN invisibiliza esta IP y solo muestra la del proveedor de la red privada virtual, que, por supuesto, se encuentra protegida de manera mucho más robusta frente a este tipo de ataques masivos.
Además, el cifrado de las VPN también se emplea para impedir que los proveedores de internet puedan ralentizar de forma selectiva el tráfico de los gamers cuando están jugando de forma competitiva. Se aprovecha entonces la máxima velocidad de la red, lo que reduce de forma considerable el ping y aumenta el rendimiento durante las partidas. ¡Cuando se trata de un torneo, cada milisegundo cuenta!
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